¿Qué es la saponificación?
La saponificación o hidrólisis de éster en medio esencial, es un proceso químico en el que un factor graso reacciona con una base en presencia de agua, para crear sales sódicas y potásicas derivadas de los ácidos grasos (jabones) y glicerina. Para poder hacer la saponificación, se necesita desdoblar una molécula de éster por medio del agua. En este artículo definiremos la saponificación y sus diferentes fases.
Etapas de la saponificación
La saponificación consta de 2 fases. La primera fase, es la descomposición de sus componentes en piezas útiles y la segunda fase, es la actitud de éstas para generar el jabón.
Las grasas y los aceites están formados por triglicéridos. Dichos triglicéridos tienen que ser descompuestos en ácidos grasos y glicerol para lograr hacer la saponificación. La desintegración de un triglicérido en sus elementos básicos es famosa como hidrólisis. En contacto con el agua, todos los ésteres se descomponen en ácidos grasos y glicerol.
A lo largo de la saponificación, el agua hace llegar el hidróxido de sodio a todos los rincones del recipiente que lo tiene, de modo, que se genere la hidrólisis del éster.
Una vez separados los ácidos grasos, reaccionan con el ion de sodio, conformando la sal popular como jabón y los 3 iones de hidróxido reaccionan con el glicerol, conformando la glicerina.
La Química de los Jabones
Un jabón pudiera parecer un producto bastante sencilla, sin embargo su formulación involucra conseguir la estabilidad entre muchas de sus propiedades, la dureza, la formación de espuma, el aseo, el aroma, la duración, la cremosidad, entre numerosas otras. Como formuladora, hacer jabones es uno de mis procesos preferidos, en la averiguación de la barra de jabón perfecta he experimento mucho, combinando elementos, texturas, colores, aromas y activos. Con el lanzamiento de nuestros propios jabones de temporada, deseo compartirles un poco sobre el proceso que utilizamos para su preparación, la saponificación en frio.

Saponificación en caliente
De uso común en la industria cosmética, la saponificación en caliente se apoya en calentar las grasas y la sosa. Principalmente, una vez que se usa este procedimiento de producción, el fabricante suele situar un exceso de sosa para aseverarse que todo la grasa presente en la preparación se transforme en jabón. La mezcla obtenida se calienta a lo largo de algunas horas o inclusive, días, tal cual se precipitar el proceso de la saponificación y se industrializa la producción.
Ciertos jabones saponificados en caliente resultan muy famosas internacionalmente como: el jabón de Marsella (con base de aceites vegetales) o el jabón de Alepo (con base de aceite de laurel). Dichos jabones resultan muy identificados por sus características de aseo, su costo llamativo y su durabilidad. No obstante, dependiendo del tipo de grasas o de aceites usados, no constantemente controlados, tienen la posibilidad de ser bastante agresivos para la dermis e irrespetuosos con medio-ambiente. Además de tener un procedimiento de construcción que consume mucha energía.
Saponificación en gélido
El procedimiento de saponificación en gélido radica además en mezclar materias grasas y sosa a lo largo de unos 20 min, empero sin calentarlos. Además, a la inversa de la saponificación en caliente, añadimos en la mezcla un exceso de aceite para para asegurarnos que toda la sosa reaccione y de esta forma ocasionar una saponificación completa.
Dejamos reposar nuestra mezcla entre 24 y 48 horas en unos moldes especiales de madera. Comienza entonces la primera etapa de saponificación a lo largo de la cual se genera un calentamiento natural de la mezcla. Pasado este tiempo, quitamos el jabón de su molde, lo cortamos y lo dejamos secar a lo largo de un mes. A lo largo de esta etapa de secado, el agua se evapora y el proceso de saponificación se realiza por completo. Así nos aseguramos que no haya residuos de sosa.

0 comentarios